sábado, 1 de octubre de 2016

Hubo



Hubo un minuto en el que pensé en el silencio, y me sentí preparada para afrontar cada ilusoria tempestad del día. Solo sabía hacerlo así, en las inmediatas veinticuatro horas, doce de las cuales eran más sencillas; en ellas me veía afectada por tan solo un tumulto interno que aceleraba el corazón agitado. En verdad, eran muchas menos; mientras dormía, la agitación se pacificaba, incluso cuando aparecían aquellos sueños inoportunos que, no obstante, cumplían una función.

Había un silencio en cada persona, que hablaba más del sentido de la existencia que todas las letras pronunciadas, y lo decía alguien que amaba las palabras, tal vez más las escritas, porque conocían el exterior tras haber atravesado el túnel de una gestación, más o menos prolongada, más o menos silenciosa, dando a luz una promesa.

Hubo un minuto en que deseó que el mundo callara, para escuchar una respuesta. El silencio formaba parte de la composición poética, musical, amorosa, bélica.

Solo quería aprender a hacerlo así, en las inmediatas veinticuatro horas, no dejarse llevar por el ruido, las opiniones sesgadas, las modas víricas, las corrientes de pensamiento. Solo quería saber si el silencio tenía algo que decir.



https://www.youtube.com/watch?v=YFD2PPAqNbw

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