viernes, 6 de julio de 2018

Compartimentos estancos


El mundo funciona en compartimentos estancos.
Un niño llora en el carro empujado por su madre. La mama tiene que ir a trabajar.

A la tarde nos vemos.

Naces carne y llanto y te conviertes en horario y esperas.
En la luz recién estrenada del día, las horas son una conversación amable.

Y en la noche, de las sombras surgen los buitres, los pobres más pobres del sistema lloran empujando un carro por lograr el mejor despojo de las sobras del súper de enfrente.

Entre las dudas que se esfuman con las prisas, te engañan para que no percibas que tú también andas subido encima de un carro esperando las palabras:

A la tarde nos vemos.

En compartimentos estancos para que su barco flote.

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